INSUFICIENCIA RENAL EN GATOS

18.03.2021

El fallo renal crónico, también llamado insuficiencia renal, es una enfermedad muy común en gatos .  Puede afectar a gatos de todas las edades, aunque afecta con más frecuencia a gatos de edad avanzada.  Por eso es muy importante hacer revisiones periódicas a nuestros gatos, porque aunque no podamos en la mayoría de ocasiones curar la enfermedad, si que podemos enlentecer el progreso de la enfermedad.  

En la mayoría de casos no se puede determinar la causa del fallo renal y lo que intentamos es tratar los síntomas y tratar de facilitar al máximo la función de los riñones ayudándolos con dietas y otros productos, según cada caso, que harán que no tengamos que forzar tanto los riñones.  Cuando se encuentra la causa, y si es posible tratarla, podríamos llegar a frenar totalmente el progreso de la enfermedad, aunque estos casos son los menos.


Es común la insuficiencia renal?

Se estima que alrededor de 1 de cada 5 gatos de edad avanzada presentan fallo renal.  Realmente es una de las enfermedades más frecuentes en nuestros compañeros felinos y una de las mayores causas de mortalidad en edades avanzadas.


Qué hacen los riñones?

Los riñones realizan muchas funciones en nuestro organismo, todas y cada una de ellas de vital importancia, pero las más destacadas son la eliminación de las toxinas de la sangre y el mantenimiento del equilibrio del agua y electrolitos en nuestro organismo.  La sangre pasa a través de los riñones y se filtra.  El riñón se queda con todas las sustancias potencialmente tóxicas y las elimina mediante la orina. Pero se encargan también de que esta orina esté más o menos concentrada devolviendo agua a nuestro organismo cuando la necesitamos.  

Es por eso que los indicadores de funcionalidad de riñón incluyen:

- Urianálisis para ver tanto la concentración de la orina así como otras sustancias que se puedan estar eliminando por orina que no debieran.

- Analítica sanguínea: para comprobar si algunos indicadores como al urea, la creatinina o el SDMA se encuentran o dentro de los valores normales de referencia o están aumentados.

Además los riñones cumplen con otras funciones como el mantenimiento del equilibrio de electrolitos en el organismo, regulan el contenido ácido de la sangre, controlan la presión arterial y la producción de eritropoyetina que estimula la producción de sangre a través de la médula ósea.


Cómo se diagnostica la insuficiencia renal?

Los síntomas de la insuficiencia renal no son específicos de la enfermedad, sino que pueden ser los mismos causados por otras muchas enfermedades:

  • - Anorexia
  • - Pérdida de peso
  • - Deshidratación
  • - Cansancio, depresión, desorientación
  • - Poliuria/Polidipsia (tienen mucha sed y orinan mucho)
  • - Disminución del acicalamiento
  • - Pelaje estropeado, vómitos, halitosis, úlceras en la boca, debilidad...
  • - Aumento de la presión arterial

Es por ello que para diagnosticar la insuficiencia renal se suelen usar varias pruebas: análisis de sangre, análisis de orina, ecografía, medición de la presión arterial

En sangre comprobamos la urea y la creatinina (actualmente también el SDMA) que no deben estar elevados.

En orina miramos sobre todo la gravedad específica que debería estar por encima de 1030 (concentración de orina) y que no haya pérdida de proteínas.   Si existe pérdida de proteínas realizamos un ratio de Proteína-creatinina en orina (UPC) para determinar el grado de proteinuria en la orina.  

La presión arterial también la comprobamos para determinar si el animal es o no hipertenso.

La ecografía nos permite ver si los riñones a nivel macroscópico tienen o no un aspecto normal o si son más pequeños, si hay quistes, atrofias, masas...

De todos estos resultados dependerá el diagnóstico de la insuficiencia renal y su estadiaje (grado de afectación de los riñones). Y de sus resultados, dependerá la medicación final que deba tomar cada gato en concreto.



Cómo se trata la insuficiencia renal?

Como hemos comentado anteriormente, si encontramos una casa que provoque dicha insuficiencia y es tratable, trataremos la causa. Pero en la mayoría de casos no encontraremos una causa y por tanto, no podremos darle cura. En estos casos, el tratamiento existente consiste en mejorar la calidad de vida del animal, enlentecer el proceso de deterioro de los riñones y tratar los posibles síntomas que pueda tener el gato en cuestión. 

Algunos gatos pueden requerir de fluidoterapia intravenosa para combatir la deshidratación, otros de terapia para los vómitos o la anorexia, o bien para las úlceras en la boca. Pero esto suele darse en casos de insuficiencia renal avanzada y por ello insistimos en hacer revisiones periódicas en gatos mayores para intentar empezar a tratar antes de que podamos detectar los síntomas a simple vista.

Los tratamientos de la insuficiencia renal requieren de revisiones periódicas para ir haciendo tanto controles urinarios como sanguíneos y ecográficos para así poder modificar el tratamiento e identificar las posibles complicaciones que vayan surgiendo a lo largo de la enfermedad. 

En todo caso el tratamiento consiste en varios puntos:

Dieta: La dieta se llega a decir que es más del 50% del tratamiento de cualquier gato con insuficiencia renal.  Es súper importante dar una buena dieta renal a cualquier gato con insuficiencia renal por tres motivos:

  1. Ingesta de agua: Los gatos con fallo renal pueden deshidratarse con mayor facilidad, es por eso que en las formulaciones de dietas renales hay muchas opciones en comida húmeda para aportar mayores contenidos en agua.
  2. Contenido proteico: Las dietas renales tienen bajas concentraciones de proteína ya que son éstas las que mayor número de toxinas desechan en la sangre.  Pero la proteína es muy importante en la alimentación de los gatos.  Así que si la disminuimos tenemos que lograr que la que hay sea de muy alta calidad y digestibilidad para que el animal absorba toda la posible dejando el mínimo de deshecho  tóxico.
  3. Bajo contenido en fósforo: El fósforo es uno de los electrolitos que pueden causar más daño a los riñones y con el que solemos tener más problemas en las insuficiencias renales.  Por eso, todas las dietas comerciales para esta enfermedad cuidan mucho sus contenidos en fósforo.  A pesar de esto a veces los niveles de fósforo pueden elevarse en sangre y si esto ocurre daremos medicación para quelar (eliminar) ese fósforo.


A parte de la dieta renal, en casa caso se tratarán los diferentes síntomas que vayan apareciendo, y vuestro veterinario os explicará cuáles son las mejores opciones en cada caso.  

Si existe hipertensión se darán fármacos para bajarla, antibióticos si hay úlceras gastrointestinales o bucales, suplementos de potasio, antieméticos si existen vómitos, inhibidores ECA para una mayor filtración glomerular en los riñones, tratamientos específicos de la anemia ....


Cuál es el pronóstico?

Cuando la funcionalidad de los riñones está muy afectada, se producen mecanismos de compensación y de adaptación para intentar mantener el funcionamiento normal de los riñones, aunque en algún momento estos mecanismos fallan y producirán un progresión del fallo renal. La enfermedad es progresiva y degenerativa y normalmente acaba en la necesidad de eutanasia del gato por falta de calidad de vida, adelgazamiento extremo y anorexia. Pero el ritmo de progresión de la enfermedad depende de cada individuo y es muy complicado dar esperanzas de vida ya que no siempre los valores sanguíneos o urinarios concuerdan con la gravedad real de cada caso. Es posible que un animal con los mismo valores viva solo 15 días y otro meses o incluso un año.  Lo que es más importante es que con un tratamiento y cuidados adecuados podemos mejorar la calidad de vida de los gatos afectados y ralentizar la progresión de la enfermedad, para que mientras estén con nosotros, estén lo mejor posible.